Los riesgos de ciberseguridad es un tema que cada vez preocupa más a pymes y autónomos. Los ciberataques se han vuelto habituales y cada vez es más común escuchar datos como los que confirma Interpol, que indica que solo en el primer trimestre de 2020 llegaron a detectar 907.000 correos basura, 737 incidentes de tipo malware y 48.000 URL maliciosas, todos ellos relacionados con el coronavirus.

Este aumento de los ciberataques ha hecho que las empresas y organismos públicos de todo el mundo incrementen sus presupuestos para defenderse ante estas amenazas. De hecho, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) gestionará este año 260 millones de euros en ayudas para fortalecer las capacidades de ciberseguridad empresarial.

El pasado año el INCIBE gestionó más de 130.000 incidentes graves de ciberseguridad, además de un aumento del 80% de ciberataques, con casi 40.000 diarios.

Las previsiones indican que esta cifra seguirá aumentando. Los hackers están poniendo el foco en aquellas organizaciones que no están tan protegidas y que suelen responder a un perfil de pequeña o mediana empresa. De acuerdo con el State of Website Security and Threat Report el 75% de las pymes cree que los ataques ocurrirán con más frecuencia en 2021.

Los cuatro principales riesgos de ciberseguridad que sufren pymes y autónomos

Ransomware

El ransomware es un tipo de malware que impide a los usuarios acceder a su sistema o archivos personales. Precisamente este tipo de ataque no sólo llega al ámbito privado, sino que hace unas semanas, por ejemplo, se empleó en el ataque al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Estos ataques, en los que el atacante suele pedir un pago para poder recuperar los archivos, no dejan de crecer. En concreto, en España se ha producido un importante aumento de ataques de ransomware desde el comienzo de la pandemia.

La principal vía de entrada de este tipo de amenaza sigue siendo el phishing. Se recomienda que los empleados de las empresas realicen cursos de formación y concienciación. Además de proteger y mantener actualizados sus equipos para evitar la infección en los equipos.

Automatización de los ataques

Los ciberdelincuentes han empezado a implementar nuevas tecnologías en sus ataques como la Inteligencia Artificial (IA), Machine Learning y Deep Learning,para aprender de cada nuevo ataque y mejorar en el siguiente. Según datos de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en 2019 se registraron 1.460 brechas de seguridad en datos personales, triplicando el número de 2018 (547).

Por eso, lo ideal es que las empresas lleguen a alcanzar un nivel maduro de ciberseguridad compuesto por varias capas de protección soportada por tecnología, como la Threat Intelligence que proporciona información sobre la intención, oportunidad y capacidad de ataque que poseen los ciberdelincuentes permitiendo mejorar la defensa ante este tipo de ataques.

Ataques en entorno Cloud

La pandemia ha cambiado la forma en la que las empresas trabajan. Muchas han optado por el almacenamiento en la nube para facilitar el teletrabajo y el acceso a los documentos por parte de todo el equipo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este tipo de almacenaje puede entrañar algunos peligros, si no se usan los controles de protección adecuados.

Según un reciente informe de McAfee, el número de amenazas externas dirigidas a los servicios en la nube ha subido un 630%.

Este tipo de ataques provoca la inhabilitación total o parcial de los servicios, por lo que es recomendable aumentar el nivel de protección habitual y optar por un proveedor homologado de cloud y ciberseguridad que ofrezca soluciones que sean capaces de adaptarse a la realidad de cada compañía. Precisamente, por su tamaño, las pymes se convierten en un objetivo vulnerable en este tipo de entornos.

Ciberespionaje

Durante el 2020 ha habido un aumento significativo en los ataques contra la propiedad industrial que buscan el robo de datos e información confidencial. Casos de ataques como los sufridos por la Agencia Europea del Medicamento, la empresa farmacéutica española Zendal o la propia FireEye son sólo algunos ejemplos recientes de este tipo de amenazas.

Por eso, resulta clave contar con sistemas internos de defensa y un proveedor de ciberseguridad de confianza con capacidad de respuesta. Uno de estos sistemas de defensa son los servicios Deception. Estos sistemas se encargan de generar trampas que simulan arquitecturas de red y contenidos sensibles de las empresas. De esta forma, se evita que el cibercriminal acceda a la verdadera información clasificada.

 

En un mundo cada vez más conectado, las pymes deben proteger lo mejor posible sus datos y validar de forma continua la vulnerabilidad de sus sistemas. Los riesgos de ciberseguridad para pymes y autónomos aumentan y es importante estar informados y atentos a la nueva tipología de ciberataques. Además de estar a la vanguardia de la tecnología para poder frenar este tipo de ataques.

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Fuente: S.C.G., Diario de Sevilla